miércoles, 9 de diciembre de 2015

Campaña anti-burnout: Motivando/nos Nº5. Consecuencias del Burn Out.

En la entrega pasada compartimos algunos rasgos de la personalidad más propensos al Burn Out. En esta última entrega enumeraremos las consecuencias de este síndrome.
Deseamos que éste haya sido y sea un recurso de ayuda para no caer en él.

Consecuencias del Burn Out.

El concepto más importante es que el Burn Out es un proceso progresivo que incluye: 
- exposición gradual al desgaste laboral;
- desgaste del idealismo;
- falta de logros. 

Efectos provocados por el síndrome:

- Afecta negativamente la resistencia del trabajador, haciéndolo más susceptible al desgaste por empatía (por ponerse en el lugar del otro).
- Favorece la respuesta silenciosa, que es la incapacidad de atender a las experiencias de las personas, que resultan abrumadores.
- Gradualmente, el cuadro se agrava en relación directa a la magnitud del problema. Inicialmente los procesos de adaptación protegen a la persona, pero su repetición la agobia, generando sentimientos de frustración y conciencia de fracaso, existiendo una relación directa entre la sintomatología, la gravedad y la responsabilidad de las tareas que se realizan.
- El sentirse usado, menoscabado o exhausto debido a las excesivas demandas de energía, fuerza o recursos personales, crea además intensas repercusiones en la persona y en su medio familiar.
- Estados de fatiga o frustración son el resultado de la devoción a una causa, estilo de vida, o relación que fracasó al intentar obtener una recompensa esperada.
- La progresiva pérdida del idealismo, de la energía y el propósito que experimentan muchos profesionales que trabajan ayudando a otras personas son el resultado de sus condiciones de trabajo.
- El síndrome de agotamiento, es el último paso de la progresión de múltiples intentos fracasados de manejar y disminuir una variedad de situaciones laborales negativas.

La lista de síntomas psicológicos que puede originar este síndrome es extensa, pudiendo ser leves, moderados, graves o extremos.
Uno de los primeros síntomas de carácter leve pero que sirve de primer escalón de alarma es la dificultad para levantarse por las mañanas o el cansancio patológico, en un nivel moderado se presenta distanciamiento, irritabilidad, cinismo, fatiga, aburrimiento, progresiva pérdida del idealismo que convierten a la persona en emocionalmente exhausta con sentimientos de frustración, incompetencia, culpa y autovaloración negativa.
Los graves se expresan en el abuso de psicofármacos, absentismo, abuso de alcohol y drogas, entre otros síntomas.
Es la repetición de los factores estresantes lo que conforma el cuadro de crónico, que genera baja de la autoestima, un estado de frustración agobiante con melancolía y tristeza, sentimientos de impotencia, pérdida, fracaso, estados de neurosis, en algunos casos psicosis con angustia y/o depresión e impresión de que la vida no vale la pena, llegando en los casos extremos a ideas francas de suicidio.

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